lunes, 23 de enero de 2012

Y lo que te rondaré morena!

Hace unos días, surgió la noticia de la reforma de la normativa que regulariza el protocolo indumentario de los asistentes a la famosa carrera de caballos de Ascot. 

Días más tarde aparecieron opiniones de toda índole. Yo, que siempre he defendido el respeto a este gremio me quedo con estas declaraciones. 


Hay gente que se ha rasgado las vestiduras ante tal noticia. Y digo yo, que no es para tanto... hay que guardar tradiciones y costumbres para que éstas no se degraden o caigan en la burla, que es en lo que este evento se había convertido, un carnaval vulgar y esperpéntico. 

Y fuera del famoso evento, estoy conforme en que se regularicen actividades tan artesanales como es la del sombrero. Donde últimamente hemos visto un tsunami de tocados realizados con lo primero que la gente se encontraba en los cajones, una diadema y un tubo de pegamento. 

Un sombrero o tocado es mucho más que un cúmulo de objetos, tejidos y plumas amontonados en la cabeza. 

Le explicaba a una señora el porqué de mi trabajo, y lo inflexible que soy con lo de pegar cosas en una diadema. Sí, seguramente el precio sería más adaptado a los tiempos de crisis que vivimos. Pero es que dedicarme al pega-pega no me da el placer de soñar como cuando empiezo un trabajo en el que tardo horas y horas de ejecución con mi aguja, hilo, dedal, plancha, almidón... porque mientras coso lentamente escuchando mi musiquita, estoy pensando en cómo será el siguiente paso, y pruebo y deshago tantas veces como sea necesario (frente a un espejo) sin prisas (como si estoy 3 días) hasta que queda como siento que debe de quedar. Soy como un músico que afina sus instrumentos hasta que dan el tono exacto (para mi oído). Entonces, pasan a la fase de prueba, que es bailar, pasar el aspirador, saltar con ellos puestos (es muy divertido). Porque los tocados deben desafiar la ley de la gravedad, y se diseñan para convivir con ellos en la cabeza hasta que los pies aguanten, sin caer, sin estar sujetos a un postizo ni un millón de horquillas. 

Entonces, se entiende de mi placer al realizar tocados? está muy claro, no?! Porque lo vivo y lo disfruto! 

Y aquí os dejo con la sesión de fotos del sábado:

Modelo: Cris Gallego
Fotógrafo: Javier Lorite (www.javierlorite.com)
Estilismos: Gemma Galdón, Montse Gladiador 

















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