Estaba yo un día cose que cose, diseña que diseña para terminar un tocado que me habían encargado. Cuando lo terminé, hice lo de siempre, bajar a la pelu de Paula para mostrarlo a sus clientas. Porque la pelu de Paula es una extensión del comedor de mi casa, un lugar donde hacer vida social y por donde paseo mis tocados en primicia. Allí hemos hecho desde desfiles hasta pruebas, y el caso es que Paula no me dice a nada que no, todo lo contrario y si le digo ponte un tocado que nos vamos, me reneiga un poco pero acaba viniendo. Gracias Paula!! eres lo más!
A lo que iba, que me pierdo. Bajé el tocado a la pelu como de costumbre y todas las clientas exclamaron el mismo nombre sólo verlo. Días más tarde lo entregué a su "encarguista" y tanto ella como su madre exclamaron el mismo nombre.
Así que le dije: mira X, éste no es tu tocado, te voy a hacer otro porque este tocado no te va nada. Y sin darle tiempo a que me replicase me volví con el tocado bajo el brazo, lo empaqueté
y a correos!
Y al tiempo, recibí esta sorpresa:
Sabéis qué tocado es?!
"Cayetana se va a los toros"
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